Problemática de las TIC' s (Connie Gabriela Sulú Barros)

Uso del celular

Hola, nosotros somos David Retana Rodríguez y Connie Gabriela Sulú Barros, estudiamos en la Universidad La Salle Cancún nuestro primer semestre de preparatoria y estamos realizando un proyecto para nuestra clase de informática a fin de sintetizar y poner en práctica lo aprendido durante el semestre. En esta ocasión les hablaré del buen o mal uso que le hemos dado al celular, así como su importancia en nuestra vida diaria.

Introducción
Elegimos este tema porque desde hace unos años hasta ahora el celular se ha convertido en un medio de esclavización, ya que tanto adultos como adolescentes ya no pueden vivir sin el uso de este aparato electrónico porque forma parte indispensable de su vida.
Debido a que las generaciones más jóvenes, es decir, los nacidos a lo largo de la década de los noventa (nativos digitales), han sido socializados culturalmente bajo la influencia de las nuevas tecnologías de la información y comunicación (TIC’ s) en sus diversas variantes (televisión digital, telefonía móvil, Internet, video juegos, etc.) éstos presentan una serie de rasgos de comportamiento social y cultural diferenciados respecto a los niños y adolescentes de décadas anteriores. Lo cual, en consecuencia, requiere que los padres y docentes se planteen nuevos modelos educativos y métodos de enseñanza.
Los estudiantes de educación Secundaria y Universitaria son una generación que ha sido enseñada  culturalmente en contacto permanente con variadas tecnologías audiovisuales e informáticas. Para ellos es algo cotidiano acceder a múltiples canales de televisión y saltar  de unos a otros, escribir sus trabajos de clase en un PC, laptop o handheld, llamar y recibir mensajes a través de celulares, navegar por Internet en busca de información, y comunicarse con sus amigos  a través de un chat o redes sociales. Dicho de otro modo, los alumnos de secundaria son usuarios de numerosas y diversas tecnologías, en su mayoría del tipo web 2.0, siendo éstas un elemento familiar y cotidiano de su vida, y hasta cierto punto, indispensables.

A diferencia de generaciones precedentes, los estudiantes de hoy en día, al igual que el resto de los ciudadanos, están expuestos a un continuo flujo de información que provoca saturación de datos. La televisión, Internet, el cine, la publicidad, la radio, permanentemente están difundiendo acontecimientos, noticias, opiniones e ideas que llegan como una avalancha interminable. En consecuencia, la cantidad de información que los jóvenes y adolescentes poseen sobre los acontecimientos de la realidad -sea de tipo político, deportivo, musical, o de sucesos- es abrumadora. Pero mucha información, no significa necesariamente más conocimiento, sino todo lo contrario.
Desarrollo
La pregunta por los potenciales usos educativos de los celulares, y las experiencias innovadoras que desarrollan algunos docentes en este sentido, surgen a partir del uso generalizado de estos aparatitos por parte de los chicos y adolescentes. En pocos años, el celular ha dejado de ser sólo el medio para que los padres puedan localizar a sus hijos; con los mensajes de textos (SMS), y su “oralidad escrita”, el celular se convirtió en una forma de comunicación entre pares.
Fines de los ‘90: “Mi mamá me llama”
El uso que los adolescentes hacían del celular en estos años solía limitarse a recibir llamadas, básicamente de sus padres, con el objetivo de localizarlos inmediatamente. Comunicarse entre pares era algo poco usual, ya que no todos los integrantes de su grupo de pares tenían un teléfono –esto tardaría 5 años en resolverse-.
Año 2000: Si sólo fuera un mensajero portátil
La posibilidad de intercambiar mensajes de texto comienza a ser vista, por sus potenciales usuarios, como un “ICQ portátil”, dada la convivencia de los adolescentes con la mensajería instantánea.
Año 2003, antes del boom: uso limitado y compartido con otro integrante de la familia
Por lo general, el uso del celular se limitaba a ciertas salidas nocturnas o durante el fin de semana. Al obstáculo tecnológico de contar con un equipo no apto, se sumaba la falta de interconexión entre distintos operadores y la poca cantidad de interlocutores posibles entre su grupo de pares. No obstante, los jóvenes mostraban gran receptividad a los SMS, aunque más no fuera para experimentar.
Año 2004, año del despegue: comienza el efecto de red
Para este entonces, las ventas de celulares crecieron notablemente, llegando a sectores que nunca antes habían podido acceder al servicio. Así, el celular dejó de ser visto como un elemento suntuario. A medida que el celular se iba propagando entre sus pares, los adolescentes comenzaron a utilizarlo más para socializar, ampliando su uso. La capacidad de enviar y recibir mensajes se convirtió en la principal atracción, siendo la voz un requisito paterno y casi accesorio. El uso de los mensajes de texto comienza a propagarse entre los pares “por contagio”.
Año 2005: objeto personal
En el último año, el celular en este segmento deja de ser percibido como un medio de comunicación complementario para ocupar cada vez más el lugar de un dispositivo personal. Los
SMS quedan claramente establecidos como la forma de comunicación que define a este segmento -lo que más extrañarían si tuviesen que prescindir del celular-. Además, el celular se consolida como poli-funcional -la alarma cumple la función de despertador, el reloj del celular desplaza al de pulsera y los juegos y SMS ayuden a “matar el tiempo”-. La estética y accesorios de personalización cobran especial importancia, con lo cual el celular se convierte en un ícono adolescente, que reafirma la identificación y pertenencia con un grupo. Los jóvenes ya no se conforman con tener un móvil sino que buscan actualizarlo constantemente.
En la actualidad
El celular sigue siendo usado como medio de comunicación, pero de igual forma como medio de extorsión. Las tecnologías en los celulares ha aumentado de forma muy notable en los últimos años debido a la implementación del internet en ellos.

Asimismo, el uso del celular por parte de los más jóvenes convive con una dualidad: por una parte, su uso es alentado por sus padres que ven en él una herramienta de localización de sus hijos; mientras que para los adolescentes el celular es visto como algo que favorece su privacidad e independencia. Todas estas variables, y otras, se cruzan en este objeto de análisis y hacen más complejo su abordaje. Cuestionan la utilidad de limitar los usos de estas tecnologías naturalizados para los más jóvenes, y, en todo caso, hablan de la necesidad de construir puentes entre los inmigrantes y los nativos digitales.

Conclusión
A mi parecer el uso excesivo que se le da al celular en la actualidad es muy preocupante porque evita nuestro mejor desarrollo en el plano familiar y social, a parte genera accidentes de todo tipo porque genera una gran distracción. Para solucionar estos  problemas podemos:
·         Organizar nuestro tiempo para su uso
·         Usarlo solo para lo indispensable, no perder tanto tiempo en él
·         No esclavizarte, aprender a darle un buen uso respetar los tiempos familiares, convivir mas con tus amigos y utilizarlo sólo como un buen medio de comunicación.
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